Estoy cavando un hoyo más profundo que el de un volcán, te queme con mi colilla de cigarro y te encanto, nosotros no seremos siempre nosotros, encontraremos nuestros cuerpos rotos junto a los espejos,

¿Porque no esperas a que llueva para irte por la cañería, porque no esperas a que me resbale para que saltes detrás?

Sentimiento eludido por una caricia dada a otra persona, imaginario zumbido de avispa en la cabeza, imaginario toquido y redoble de tambores en mi cabeza, juguemos a mostrar la mejor de las expresiones lúdicas de armonía.

Y jugaras a desfallecer en el almohadón mientras yo me inyecto un poco más de tu imaginación, y vuelo acariciándote la espalda, rozando tu lado más convulsionado, tu solo me ves y caes entre las sabanas, nos perdimos.

Se acaban los insumos y tú desapareces como llegaste, solo dejaste tus labios con sabor a marihuana pegados en una servilleta, con un pecado escrito al derecho y al revés, no me quedo de otra que fumármelo y pensar en ti otra vez.