domingo, 17 de abril de 2011

Milagros!

La combustión de mi cerebro,
Derrama caos inútil,
En la atmósfera que desaparece Al tocar las puertas...

Se incendian mis ojos,
El dulce dolor me los quito,
En un arranque de pasión Con ternura devoro.

Latido; amarillo no es el sol,
Debajo del espejo esta,
Escondido para siempre.

Es la misma muerte,
Que trasciende la frontera junto a mi,
Mi mente no esta ahí,
Si la buscas detrás de ti.

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