miércoles, 29 de septiembre de 2010

Toda la fuera, todo el deseo.

Los niños ya duermen padre,
telequinesis inexplorable, del lado opaco y fuego transversal,
quedaron privados a convocar grandes avistamientos de estrellas,
entrañable mar de opresión cerebral,
en lo fugaz que resulta ser un sueño.

He tratado de guardarte las mejores presas,
y rompí los hilos de mis marionetas,
te aparte un lugar en mi cabeza y de ella huiste,
tan pasajero, tan malevolamente bello.

Me siento fuera del yo y cerca del él,
comunicandome con obejetos extraños en altamar,
averiguando como prevalecer en los instantes retenidos en cosas pasajeras,
colapsando, en modo de lapida triste.

No es la llamada que necesitamos del fondo del bosque,
al cuál hui varias veces, desprendiéndome de mi, busque las respuesta entre rojas piedras,
y siendo el hombre, que ahora te habla, descansare en arena y despertare en plumas,
convertido en lo que podría trascender en tiempo.

Arrastrado a lo que podría, seguir intentándolo,
mirando debajo de ti y sobre ti, tratando, que el mañana nunca venga.

Vuelve, de la vieja vela, desprendiéndote del aroma derretido,
que nos puede llamar a viejas cartas desprendidas de pobre cedros,
voltiando en la luna su color, soñando en oscuridad, tu unico nombre,
hablame del sueño que tuvo un día esa tonta estrella de plata,
tratando de robarse el mar.

No me gusta la magnitud que deciden los augurios,
debajo de las tazas de té, entrenando salvadores de ratas.

Bajo una fuerte solfa de rayos,
nos demostraron, las venas de nuestros ojos,
ardiendo, creando lo que son grabaciones incoherentes de Dios y sus amigos interplanetarios,
no puedo devolverte la mirada que un día guarde entre dientes de león,
bajo el caparazón de las tortugas, que no pudieron darse la vuelta ante el sosiego de hombres.

Emergiendo de la llanura celeste,
te encontre vagando sobre polvos zodiacales,
alimentando mi hambre y mis fuerzas,
la temerosa calle retuvo el sonido y lo dejo escapar,
no puedes verme en los pasados, ni atraparme en los futuros.

Puedes seguir en este viaje, compra el boleto y aferrate al asiento,
allí va uno de los prototipos de Dios, un mutante de hierro y sal,
que no encuentra descanso...

No hay comentarios: